Es raro encontrar a alguien que no haya visto una película perteneciente al universo
cinematográfico de Marvel. Entre las que se han estrenado hasta la fecha hay de todo pero, por un motivo u otro, no he conseguido conectar con casi ninguna. Cuando se anunció el inicio de una nueva franquicia enmarcada dentro
de este universo, no me entusiasmó en lo más mínimo pero fue empezar a conocer
más de este nuevo proyecto y darme cuenta de que a lo mejor, esta vez, podría
ver algo que me gustara. Y la verdad es que Guardianes de la Galaxia me ha
gustado.
Peter Quill (Chris Pratt) es un
saqueador espacial que se ve obligado a asociarse con un grupo de personajes de lo más variopinto: Rocket
(Bradley Cooper), un mapache genéticamente modificado Groot (Vin Diesel), un
humanoide con forma de árbol, la peligrosa Gamora (Zoe Saldana) y el vengativo
Drax, el destructor (Dave Bautista). Juntos intentarán, desesperadamente,
salvar el destino de la galaxia.
Principalmente, hay dos cosas que convencen de Guardianes de la Galaxia: la nostalgia que destila y su humor gamberro. Lo de la
nostalgia se aprecia ya desde el principio de la película, con un prólogo ambientando en los años
80 y, sobre todo, con la selección musical entre la que hay temazos como Hooked on a Feeling de Blue Swede o Come and Get your Love de Redbone, canciones que, además, tienen mucha presencia en la película. El aire nostálgico que tiene la película también se acentúa gracias al personaje de Chris Pratt, el cual es el único humano del grupo y, además, vivió en la Tierra durante los años 80.
El otro punto fuerte de Guardianes de la Galaxia es el humor. En
este tipo de cine de héroes y superhéroes abundan mucho los personajes que van de graciosos pero que, muchas veces, acaban siendo cargantes o tienen un sentido del humor demasiado correcto pero esta vez, los personajes hacen gracia de verdad. No es que sean
unos bufones ni la película una comedia pero el halo de gamberros y perdedores
que tienen los personajes hacen que conectes con ellos desde el primer momento.
La verdad es que la película es tremendamente fresca en ese sentido porque da la sensación de
estar libre de las habituales solemnidades que suelen proliferar en el género. En ningún momento nos presentan a los personajes como unos héroes, son unos perdedores que, en el fondo, tienen buen corazón y deciden luchar
por lo que creen que es justo.
En general, es un buen
inicio de saga. Nos dan a conocer lo justo de los personajes como para que nos
interese su devenir en esta entrega pero, también, como para que queramos saber
más de ellos en siguientes películas. Guardianes de la Galaxia mezcla
de manera inteligente humor, acción y personajes carismáticos y, por ello, va a
tener buena acogida entre los que estén un poco hartos de ver más en lo mismo
en las películas de superhéroes.
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