Androidealmando Cine: La leyenda del samurái vs El ultimo samurái

viernes, 12 de diciembre de 2014

La leyenda del samurái vs El ultimo samurái


Sumario del día: En Androidealmando, el gobierno español tumba a Google. En Plus, Gente que se busca la vida en las ciudades. En Cine, El ultimo samurái vs La leyenda del samurái

Este fin de semana he visto La leyenda del samurái e irremediablemente no he podido dejar de pensar en la gran película de El último samurái. Es por eso que en vez de hacer una crítica sobre la película al uso, he decidido hacer una especie de combate entre ambas, porque no entiendo una sin la otra y viceversa, con lo cual vamos a tirar adelante este duelo a ver lo que sale. Primero de todo y como es habitual en mí, empiezo por el final y ya os digo que personalmente no me queda ningún tipo de dudas sobre cuál es la mejor de las dos, de manera aplastante la película protagonizada por Tom Cruise gana por goleada. Los motivos lógicamente los iré desgranando poco a poco para que veáis en que me baso para decir esto.

Primer punto para entender mi decisión, hace años vi El ultimo samurái y ahora he visto La leyenda del samurái, creo que este punto es importante para entender la decisión porque pese a que son dos historias con el mismo fondo, son muy diferentes en todos los aspectos y solo tienen en común la buena ambientación y en la imagen que dan de los samurái, aparte de eso pocas cosas más las unen. Decir que a día de hoy si veo una y otra sigo quedándome con la que digo, y eso que las separan una década exactamente. Seguramente en este duelo la inexperiencia de Carl Erik (La leyenda del samurái) pesa mucho ante la experiencia de Edward Zwick (El último samurái) que pese a que su experiencia no aporta grandes títulos, como siempre digo todo director tiene que tener un gran título en su haber, y este tiene tres, Leyendas de pasión, Diamantes de sangre y El último samurái.


Si miramos la interpretación, en la dos vemos un ambiente parecido, dos americanos en tierra de asiáticos. Hay que decir que en este punto de nuevo la diferencia es enorme. Mientras que Keanu Reeves defiende el personaje como puede, Tom Cruise lo borda y seguramente sea el punto diferencial entre ambas historias. El personaje es fundamental y pese a que hay que admitir que el de Reeves es menos agradecido, al ser un personaje con una historia oscura, misteriosa y poco interesante, la de Cruise es una historia más directa, que entra mejor, el soldado que pasa de un bando al otro, que pasa de lo más hondo a tocar la cima, su historia es mil veces más interesante.

Por último el argumento, pese a que la historia de La leyenda del samurái está basada en una historia real, bueno más que eso es que está basada en las leyendas entorno a estos guerreros, tengo que decir que la de Cruise es mucho más interesante. Para aquellos que no la hayan vito quizás este párrafo no deberían leerlo, SPOILER en todo lo que queda de párrafo, el desenlace de El último samurái es directamente genial, ver a Tom Cruise luchando hasta el último aliento, sabiendo que no hay nada que hacer contra la pólvora y dejando su vida igualmente es épico. Verlo delante de toda esa metralla y la cara de aquellos que lo están ejecutando humillados pese a su victoria no tiene precio.


Por lo expuesto en este artículo, y como decía al principio es evidente que estamos ante dos películas que no se deberían comparar, ni por fechas, ni por dirección, incluso tengo dudas si es correcto compararlos en interpretación. Directamente son dos películas muy diferentes, pero que al ser de la misma temática creo que la comparación es aceptable. Decir que mientras La leyenda del samurái no pasará en mi colección ni con pena ni con gloria, El último samurái sí que tiene un hueco especial en ella. Y repito que es injusto porque creo que el papel de Keanu Reeves es mucho más difícil de defender, o mejor dicho es menos interesante que el de Tom Cruise, de todas formas son dos películas que os recomiendo ver, eso sí invirtiendo el orden, primero ver La leyenda del samurái y luego El último samurái. Es la única manera de que os entre bien la primera, puesto que de la otra manera las comparaciones hacen que ocurra como me ha ocurrido a mí.

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