Hoy me siento melancólico, mirando no demasiado atrás veo
como el mundo se ha vuelto loco desde la llegada del euro. Recuerdo como hace
unos años como ir el viernes o sábado al cine con mis palomitas y mis nachos
era algo habitual y como hoy se ha convertido en un lujo complicado de llevar a
cabo. Miro atrás y veo como buscar una sala donde pusieran la película que querías
ver era una odisea, muchas salas y buenas, ahora nos tenemos que resignar a
mulcines y pocos cines al uso. Entiendo que la sociedad haya sido la
responsable de llevar a los cines a su extinción, cada vez hay menos salas, es
evidente, pero es que la calidad de las mismas encima se ha visto degradada
hasta puntos insospechados.
Hemos pasado en pocos año de ir al cine y ver unos trailers
mas película, a ir a unos multicines, donde hay 32 salas (como en algunos
casos, entre ellos el mío) y te ponen anuncios (que es el colmo de un cine),
promociones internas, trailers y película. Eso para mí es poca calidad. Resulta
que se están subvencionando con anuncios y sin embargo seguimos pagando una
burrada por las entradas. Para rematar la faena, olvidemos la profesión de
acomodador, puesto que a día de hoy no creo ni que exista, es más por existir
no existen ni las taquillas puesto que en la mayoría de multicines las están
dejando abandonadas y hacen que el “palomitero” de turno también venda las
entradas.
Vamos que la cosa pinta mal, ahora resulta que estamos
pagando las entradas más caras que hace no demasiado, hemos perdido a los
acomodadores, las taquillas, y el pobre “palomitero” tiene que poner palomitas,
bebida y vender entradas todo evidentemente con un sueldo ridículo igual o incluso
inferior al que cobraba hace poco. Y todo esto señores no nos engañemos,
nosotros somos los que lo estamos permitiendo. Como en la mayoría de cosas
somos los responsables de estas situaciones, puesto que si nos plantamos, la
cosa cambia. Ni IVA ni leches, tenemos lo que nos merecemos.
El cine fue, es y seguirá siendo rentable, no hace falta más
que ver la infinidad de súper producciones que se hacen al cabo del año, con
presupuestos astronómicos y eso evidentemente se hace porque toda la maquinaria
del cine funciona, con lo cual algo estamos haciendo muy mal para que
continuamente se cierren salas y nos ofrezcan sitios de peor calidad, donde
para 24 o 32 salas nos encontramos unos lavabos para 12 personas o así, detalle
que quizás muchos paséis por alto, pero a mí me indigna la verdad. Me encanta
el cine, pero hemos llegado a una situación en la que es insostenible, no me
puedo permitir ir al cine con mi mujer un fin de semana y gastarme 30 euros en
el mejor de los casos.
Anhelo esos tiempos en los que me iba de vacaciones a un
pueblo remoto cuyo nombre no es de relevancia y veía todos los días de la
semana una película como poco y me costaba el cine dos euros creo, y me podía traer
la comida de casa, bebida y demás. Ahora en muchos sitios incluso te ponen
pegas a eso. Se ha demostrado en muchas ocasiones que con precios más bajos las
salas se llenan, lo hemos podido comprobar hace no demasiado con la promoción anual
que se hace de “la semana del cine” donde un año más se han superado records.
Con lo cual quizás es hora de apretarle las tuercas a esos que se quieren enriquecer
a costa del cine sin ofrecer una oferta comercial interesante y evitar que
desgasten un negocio que está muy gastado ya.
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